Ir al contenido principal

Reflexiones en torno a Oscar Masotta: El Inconsciente Expresado a Través del Otro

---

Por Ana Cristina Tamayo.

El significante define el límite de la práctica del psicoanálisis porque quien habla es el inconsciente. “En el lapsus el sujeto recibe un mensaje que proviene de otro lugar (o del lugar del Otro)” , dice Masotta (1991: 81). El psicoanalista debe de buscar las huellas que el inconsciente deja en el lenguaje. El emisor, dice Lacan, recibe del receptor del mensaje, sin embargo, lo recibe en forma invertida. Es imprescindible identificar las inversiones del “querer decir” a través del análisis de las manifestaciones del inconsciente en relación con otro y en el mismo análisis. En este escrito se pretende argumentar que, a través de las lecciones de Masotta, se puede identificar la postura lacaniana de que el inconsciente se expresa a través del Otro. 



Una de las huellas invertidas es el chiste. El chiste surge en relación con el Otro y con el lenguaje simbólico del inconsciente, que surge sólo de esta forma. 

El chiste es modelo o paradigma de toda formación, ya que en él se expresan la permanencia de la palabra y el deslizamiento del significado. 

El sentido debe quedar obstruido (por la represión) para abrirse paso en una transformación en la que este se expresará, inesperadamente, en formas no asequibles en su superficialidad.

Freud introduce los fenómenos o huellas distorsionadas del inconsciente en la vida despierta (lapsus, actos fallidos, chistes…) y los de la vida dormida: los sueños. El principio de que el sueño es la realización de un deseo inconsciente es uno de los fundamentos más importantes de la teoría y de la práctica psicoanalítica. Esto implica que el sueño sea el guardián del dormir. Ya que el deseo se manifiesta en la consciencia como fallos de la acción y de la palabra o en la inconsciencia como un sueño, los deseos cargan con ese “algo” insoportable para la consciencia. Ese algo insoportable es el deseo mismo. Así es, para nosotros los seres humanos, nuestros deseos más profundos y directos son lo más intolerable que hay para nuestra identidad e imagen ilusoria del yo.


El deseo se realiza a través de los disfraces del sueño. Las desfiguraciones de los sueños son resultado de las funciones de censura contra el deseo. La relación entre el deseo y el objeto del sueño suele ser indirecta. El deseo promueve el exceso de la falta, que es aquella insatisfacción que se siente después de haber colmado la necesidad. En las palabras de Freud “ningún objeto coincide con el objeto que el sujeto busca”. Los sueños realizan un deseo, sí, pero no se deben tomar como modelo o estructura de algún deseo. El deseo no encuentra su objeto y por eso disfraza las pulsiones en sueños. El deseo se define a través de ellos por su objeto no alcanzado en lo Real. El objeto del deseo no es el objeto alucinado del sueño. Por lo tanto, “el sueño es un modelo teórico falso e incompleto” (Masotta, 1991: 83). No sólo están en juego los registros de la realidad y la imaginación. El inconsciente tiene que ver con el lenguaje, es decir, el significante estructurado en la palabra. Habría que hablar de 3 registros: un registro imaginario, uno real y uno simbólico presentes todos en la palabra. De esta manera, literalmente sólo se puede preguntar por el deseo gracias al lenguaje. El deseo inconsciente surge a través de la relación con el analista y por medio de la palabra.

La estructura de la pulsión es indefinida. Esto provoca que lo que hace deseo a un deseo es su imposibilidad de satisfacción, es decir, representa la función de la falta. Estabiliza a la pulsión y al sujeto. La insatisfacción del objeto del deseo se relaciona con que el objeto de la pulsión puede ser cualquier cosa. En el sueño el deseo se articula, se elabora y se le da un tiempo. A través de la interpretación se desentierran los recuerdos, las representaciones y las vivencias relacionadas a éste. El trabajo del sueño o su elaboración permite la producción y articulación del deseo. El deseo obtiene su objeto mediante desvíos, procuraciones (lograr el deseo a través de algo) y sesgos. En el sueño, el deseo se realiza como una escritura o cadena de relaciones superpuestas. 

“El deseo que en el sueño se articula tiene que ver con el deseo del otro, el objeto de deseo siempre tiene que ver con el objeto del deseo del otro” (Masotta, 1991: 89).

En el deseo no subyace ningún bien o bondad, por eso conlleva a ideas de culpa y de egoísmo. La elaboración del deseo en el sueño no existe sin su interpretación psicoanalítica.


Por ejemplo, en la histeria no se puede determinar el objeto del deseo. Su deseo sólo existe dentro de una triangulación edípica. Tiene dos objetos de deseo. El deseo reside en la relación de los objetos de deseo y no en los objetos. Por ejemplo, si el hombre significa algo para la histérica es porque éste está en el circuito de interés de la otra mujer. El deseo del hombre por otra es condición. El acceso al objeto de deseo es otorgado por un tercero. El objeto es el objeto de deseo del otro (Masotta, 1991: 91). La histérica no sabe qué es una mujer, quiere aquello que tiene la otra para ocupar el lugar de la estima de su pareja o lo que corresponda. Pero eso es desconocido; y eso otorga una tendencia sexual al saber. Se busca el saber del deseo dentro de la relación. Se busca ser exactamente ese objeto de deseo, aun sabiendo que el objeto de deseo es indescifrable. Este objeto de deseo y sus características y tendencias sólo surgen en la relación entre elementos deseantes. El objeto de deseo, por tanto, es una ilusión inalcanzable que seduce a la vez que elude, como Alétheia, la diosa griega de la verdad, que se oculta en el fondo de un pozo sagrado y que, se esconde a menudo dentro de lo más evidente.

Ilustración de Otra Amit
El Complejo de Edipo se genera en la relación con un “Otro”. Es parte del desarrollo del cuerpo erogenizado, del deseo y de su Saber. Lo que se aprende del Edipo no se puede usar con quienes se aprende. En el desarrollo del sujeto se elabora el conflicto elemental. 

“El Complejo de Edipo no es más que esa encrucijada, una especie de nudo borromeo donde la prohibición es condición de la erogenización y el sexo algo así como la repetición de la trasgresión realizada ya en el punto de partida” (Masotta, 1991: 101). 

Dentro del paciente ocurren malabares entre relaciones de goce, de deseos y de su pulsión con los objetos de su Saber.

Es por todo ello que se puede concluir que las manifestaciones conscientes e inconscientes del inconsciente (chistes, sueños, lapsus y actos fallidos) surgen y adquieren un significado simbólico sólo en la relación con el analista, en la que el inconsciente surge y se puede elaborar o simbolizar. Lo mismo sucede con los fenómenos de la histeria y el Complejo de Edipo, muy entrelazados entre sí por la triangulación de los objetos de deseo al relacionarse a través de diferentes personas psíquicas. Se puede intuir que el deseo y el Saber sólo aparecen y cobran un sentido real, simbólico o imaginario en relación con un Otro y sus deseos.

Bibliografía: Masotta, O. (1991). Lecciones Introductorias al Psicoanálisis. Gedisa: México, D.F.

No dudes en iniciar un tratamiento psicoanalítico.
Nos encontramos en varios puntos de la Ciudad de México. 
Nápoles - Del Valle - Roma - Condesa 
 Coapa - Narvarte - Coyoacán - San Ángel

¡Agenda una primera entrevista y cuéntanos lo que te pasa!
Comunícate a través de WhatsApp a cualquiera de los siguientes números:
(55) 3275 1330 
(55) 1395 9822
(55) 6173 7243


Comentarios

Entradas populares de este blog

Winnicott y el falso self

--- Por Ana Paula Hernández “Un ser humano no puede vivir sin su verdadero yo. Es como un terreno. Si falta, no se puede construir nada encima” Haruki Murakami Hace unos días caminando entre edificios escuché un hombre en la calle diciendo a otro hombre: “A veces me da la impresión de que Luis es medio falso. En la oficina nos hace creer que es de una forma pero en el fondo parece que ni el mismo se lo cree, como si quisiera ser alguien más”.  Inmediatamente pensé en lo que en psicoanálisis fue definido por D. Winnicott como falso self. Término compuesto por el mismo autor para describir cómo se constituye un individuo desde sus primeras experiencias emocionales hasta el impacto que éstas tienen en la construcción del sí mismo y su relación con el medio que le rodea.  Para Winnicott, la etiología del falso self se establece a partir de la relación madre-hijo; el comportamiento y la actitud de la madre son esenciales para el desarrollo del self de...

BoJack Horseman en el diván

--- Por Jorge Alberto Lozano López -Alumno de la primera generación de la  Academia Virtual Psicoalibre S. C.  -Seminario de Introducción a la obra de Freud I  En agosto de 2014 Netflix lanzó la serie BoJack Horseman;  un mundo donde humanos y animales antropomorfos conviven y nos introduce a la vida de BoJack Horseman, un caballo actor que alcanzó la fama por una serie ochentera llamada “Horsin’ Around” (“Retozando” en su traducción al español), pero que una vez acabado el show su carrera declina progresivamente a la cotidianidad y a la monotonía, lo que lo lleva a buscar maneras de mantenerse vigente. Los fans de BoJack han demostrado su fanatismo en redes sociales, así como cierta empatía (identificación) con BoJack o con algún otro personaje (su agente y exnovia Princess Carolyn, su “amienemigo” el señor Peanutbutter, su compañero de piso Todd Chávez, su amiga Diane Nguyen, etc.), esto debido a las diversas situaciones...

Sobre aferrarse al objeto; cosas, momentos, personas

--- Por Manuel Landeros  "Si miramos el objeto de nuestro apego con una simplicidad nueva, comprenderemos que no es ese objeto lo que nos hace sufrir, sino el modo en que nos aferramos a él."  Matthieu Ricard Ahora que parece estar de moda el término "tóxico" para hacer referencia a todo tipo de relación destructiva, el mundo ha puesto el ojo en todo vínculo que cause sufrimiento para así poder clasificarlo como "tóxico". Pensando en ciertas ideas para algunas conferencias que Psicoalibre S. C. ha impartido sobre este tema y que con mucho placer he participado, gran parte de los pensamientos que conforman estas conferencias tienen que ver con las relaciones de objeto, una de las escuelas psicoanalíticas más interesantes; se dice, desde esta postura, que es necesaria la dependencia del objeto para poder crecer. Internamente, en el inconsciente, el self necesita de un objeto que le provea de aquello que él mismo no es capaz de darse: un bebé necesi...