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Por: Psic. Manuel G. Landeros
"Es más fácil variar el curso de un río que el carácter de un hombre".
Proverbio chino
Por: Psic. Manuel G. Landeros
"Es más fácil variar el curso de un río que el carácter de un hombre".
Proverbio chino
¿Tienes cambios de humor repentinos? ¿Estás tranquilo y de repente estallas en cólera? ¿Te enojas con facilidad? ¿Todo te irrita? ¿Dices una cosa y haces otra? ¿Tu incongruencia te ha traído problemas con los que te rodean? Si respondiste sí a una o varias de esas preguntas déjame decirte que no, no creo que seas bipolar.
LA PERSPECTIVA PSIQUIÁTRICA
Según el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, el trastorno bipolar se encuentra ubicado dentro de la clasificación de Trastornos del estado de ánimo. Existen varios tipos de trastorno bipolar, cada uno con criterios específicos. Sin entrar en detalles sobre los tipos de trastorno bipolar podemos enlistar los siguientes criterios diagnósticos en una definición extraída de la Clasificación Internacional de Enfermedades:
"Trastorno caracterizado por la presencia de episodios reiterados (al menos dos) en los que el estado de ánimo y nos niveles de actividad del enfermo están profundamente alterados, de forma que en ocasiones la alteración consiste en exaltación del estado de ánimo y un aumento de la vitalidad y del nivel de actividad (manía o hipomanía) y en otras, una disminución del estado de ánimo y un descenso de la actividad y de la vitalidad (depresión). Lo característico es que se produzca una recuperación completa entre los episodios aislados... "
El trastorno bipolar tiene como característica esencial la completa recuperación de episodios aislados, es decir, un episodio maníaco o depresivo que puede durar varios días o semanas, del cual el paciente se recuperará para, con el paso del tiempo, caer nuevamente en otro episodio más. No siempre se encontrarán trastornos bipolares en donde exista una secuencia ordenada y mezclada "depresión-manía-depresión-manía". De hecho, es más común ver a personas con episodios maníacos constantes sin haber padecido nunca un episodio depresivo. Por ello existe una clasificación aún más detallada que nos ayude a identificar el tipo de trastorno bipolar.
Dentro del tratamiento psicofarmacológico podemos encontrar una gama muy amplia de medicamentos que pueden contribuir a disminuir los síntomas, controlarlos o erradicarlos; antiepilépticos, antipsicóticos e inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina funcionarán para contrarrestar los síntomas y ayudar al sistema nervioso a trabajar mejor. Además se recomienda psicoterapia y grupos de apoyo para crear un tratamiento plural y efectivo.
LA PERSPECTIVA PSICOLÓGICA Y PSICOANALÍTICA
Como ya te habrás dado cuenta, tener trastorno bipolar no es estar enojado de repente o tener cambios repentinos de humor. El trastorno bipolar es la aparición de dos tipos de sintomatologías profundas, desgastantes y severas que afectan todos los aspectos de la vida de la persona que las sufre. Es por esto que el trastorno bipolar siempre debe ser atendido por la parte psiquiátrica y psicoterapeutica en conjunto; ambas podrán luchar, con muchísimo esfuerzo, para vencer lo que al paciente le aqueja.
Imagínate tú que un buen día te levantas con una actitud súper expansiva, te sientes radiante, perfecto, feliz. Entonces sales brillante como el sol a la calle y ves un edificio de diez pisos. Te sientes tan seguro de tu poder y capacidad que crees haber dominado las leyes de la física. Corres, subes los diez pisos y, ya en el décimo, parado en el balcón, te aproximas al precipicio porque estás seguro de que podrás volar sobre la ciudad una vez que des el paso final. Todos abajo se angustian y te gritan que no lo hagas, pero tú sólo escuchas aplausos y gritos de motivación. La policía y los bomberos logran detenerte. Pasas los días pintando cuadros (cosa que no haces muy bien) y gastas todos tus ahorros en abrir una galería en donde vendes tus lienzos en millones de pesos; crees que serás millonario por tu talento; dejas tu trabajo estable por invertir en tus pinturas y exportarlas por todo el mundo. No se vende ni una sola y comienzas a tener problemas legales y de dinero. Tomas decisiones impulsivas y disparatadas durante un periodo de tiempo. Un día amanece y tú ya no quieres ni levantarte de la cama, sientes que todo ha perdido el sentido, el color, la sustancia. Quieres quedarte ahí a lamentarte, a sentirte menos. Todo parece tan terrible y gris, y tú te sientes terrible y gris. No quieres comer, no quieres trabajar, no quieres bañarte, no quieres vivir. Esto es el trastorno bipolar.
La psicología puede ayudar a entender y controlar los síntomas, con ayuda del medicamento, a través de sus distintas corrientes terapéuticas que, aunque utilizan técnicas diferentes, todas buscarán el mismo objetivo: ayudar al paciente. Desde el psicoanálisis podemos hacer un trabajo profundo, arduo y exhaustivo en las profundidades de la mente, de lo inconsciente; se piensa que el estado de ánimo depresivo tiene una conexión inconsciente con el mecanismo de duelo que el Dr. Freud explicara en 1915, en su texto Duelo y melancolía. El trastorno bipolar, para el psicoanálisis es análogo a la melancolía; síntomas que aquejan al enfermo y le provocan un sufrimiento devastador que divide una parte de su mente en dos y, entre las cuales, se crea una guerra eterna llena de ataques destructivos y defensas que demandan cantidades exageradas de energía interna.
Si crees poseer alguno de los síntomas del trastorno bipolar, o de cualquier otro trastorno mental, acude a un profesional para recibir ayuda. ¡No tengas miedo! Podemos ayudarte.
Nuestra red de terapeutas te atenderá de inmediato. ¡Llámanos y agenda una primera entrevista!
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