"El auténtico problema no es si las máquinas piensan, sino si lo hacen los humanos."
B. F. Skinner
Por: Psic. Manuel Landeros
En la actualidad, como bien se sabe, existe un sinnúmero de aplicaciones que nos pueden conectar con otras personas, las tan famosas: "apps de ligue". Estos programas para el teléfono celular facilitan a las personas el contacto entre ellas; es común, en la actualidad, que las formas tradicionales de conquista amorosa se hayan modificado. Las personas ya no se acercan a otras para conversar con la misma frecuencia de antes, sin embargo existen medios actuales que nos abren las puertas del diálogo y la "conquista amorosa".
Un alivio para la timidez
Las aplicaciones para buscar pareja han funcionado como un bálsamo alivioso para la timidez; no es tan fácil en la actualidad, para la gran mayoría, acercarse a otro, iniciar una conversación, mostrarse físicamente desde el primer instante, dejar escapar ciertos defectos en primera instancia, pedir un número de teléfono o invitar a alguien a salir mientras ese alguien nota que nos tiembla la voz o nos sudan las manos debido a la ansiedad de lo nuevo. Las aplicaciones de ligue tienen la ventaja de ser impersonales en el sentido de la presencia física, así nos resulta mucho más sencillo decir ciertas cosas o invitar a alguien a salir.
A pesar de lo ventajoso que esto puede ser, parece que, entre más pasa el tiempo, el número de personas tímidas se incrementa. Ahora existen muchas personas que no son capaces de mostrar sus ansiedades o deseos en un primer momento; se sienten expuestos, vulnerables al juicio o a la desaprobación. La mente, en este aspecto, se ha vuelto mucho más cautelosa y las personas inician un primer contacto mostrando las partes más positivas de sí mismos, dejando entonces todas las ansiedades para después, cuando el contacto perdura y se encuentra el momento justo para dar un paso más: el de una cita formal.
Sexo fácil
Es una verdad que estas aplicaciones, la mayor parte del tiempo, funcionan como una herramienta rápida que posibilita las relaciones sexuales. Las personas envían unas cuantas fotos, conversan un momento y deciden conocerse para tener sexo. El proceso es bastante fácil y también funciona como un alivio para la timidez. Podríamos decir que el método actual más eficaz para conseguir sexo casual es a través de las aplicaciones para generar encuentros amorosos o sexuales.
No es para asustarse o angustiarse de más; las aplicaciones son resultado del avance tecnológico que se vive en la actualidad y poseen beneficios que son aprovechados por sus usuarios. Uno ya no puede enviarse cartas con el ser amado como antes; las humanidad avanzará al compás de la evolución cultural, eso puede considerarse como un nivel de sana adaptación.
¿Existen riesgos?
Como en cualquier encuentro de tipo casual, existe un nivel de riesgo del que hay que ser conscientes. Siempre que se vaya a conocer a una persona en vivo hay que ser precavidos y quizá avisar a algún amigo o familiar en dónde y con quién se estará. Además, muchas personas acostumbran tener una conversación larga durante algunos días con la persona que desean conocer, preguntar cosas sobre empleo, estudios, pasatiempos, etc. El ser humano tiene la capacidad muchas veces de darse cuenta de mentiras, contradicciones o exageraciones que vuelven al otro poco confiable. También es común intercambiar algunas redes sociales y números de teléfono para conocer un poco más del otro. Al final, el riesgo siempre existe y es necesaria una madurez y responsabilidad importantes para poder encontrarse con un desconocido.
Generalmente en las primeras citas las personas se van dando cuenta de cómo es el otro "en vivo y a todo color" y se toma posteriormente la decisión de continuar o desistir con los encuentros. Siempre será mucho más determinante una conversación o un encuentro real que un contacto únicamente virtual que nos priva de mucha información importante si lo que se quiere es forjar un vínculo amoroso o sexual.
La psicología y las apps de conquista
Los terapeutas no estamos en contra de estas aplicaciones; pensamos que los seres humanos avanzan a la par de la tecnología y que eso prueba sanos niveles de adaptación a todo lo que es nuevo. "Es lo que hay hoy en día, ¿por qué no habrías de aprovecharlo?", diría un terapeuta en la consulta con un paciente que cuenta algo sobre este tema. Siempre, no únicamente a los contactos de tipo virtual, habrá que poner como prioridad la salud física y mental, la responsabilidad y todas las precauciones necesarias para proceder hacia un encuentro de este matiz. No es lo mismo un paciente que ha comenzado a hablar con una persona y que, después de sentirse seguro, han decidido ir a tomar un café, al cine o incluso a tener relaciones sexuales, que un paciente que mantiene encuentros sexuales constantes con personas de las que no sabe ni sus nombres, sin protección sexual, sin considerar los riesgos, contactando con personas poco confiables. Quizás al segundo habría que mostrarle que está corriendo riesgos por algún motivo que desconoce, que pone su vida en peligro y que utiliza dichas aplicaciones como medio para hacerlo, pero que si estas no existiesen, igual encontraría otra forma de exteriorizar estos montos de agresión y autodestrucción. También sería inconveniente quizá si una persona no tiene la capacidad de salir del vínculo virtual para pasar a algo mucho más real, mucho más tangible; las relaciones puramente virtuales sí podrían representar un asunto importante a tratar en psicoterapia, descubrir los mecanismos que llevan al paciente a no involucrarse de formas mucho más reales con otros.
Los problemas de las aplicaciones para tener pareja no viene en realidad de dichos programas, sino de la manera en la que las personas las utilizan. Uno puede poner una atención precavida, interesada y madura en las aplicaciones o, por otro lado, un tinte más hostil, destructivo e irresponsable. Las aplicaciones de conquista son lo que uno pone en ellas y funcionan como un representante de nuestros asuntos internos como la gran mayoría de las cosas que rodean al ser humano.
¿Se puede encontrar el verdadero amor?
Preguntémonos mejor ¿por qué no? ¿acaso no tenemos las personas la capacidad de establecer vínculos amorosos en condiciones diversas? Como dije anteriormente, las apps de conquista son un representante de lo que somos y más bien fungen como llaves que abren las puertas de un primer contacto de maneras mucho más sencillas, pero la realidad es que quien hace la labor de conquista no es la aplicación, es la persona misma. Uno podría usar aplicaciones, enviarse cartas, correos electrónicos, señales de humo, etc., y no tener la capacidad de establecer un vínculo sano sin importar el método de comunicación que utilicemos. Enamorarse no depende del medio de comunicación, depende del interior mental y afectivo, de los niveles de bondad, madurez y tolerancia que se posean, lo cual no tiene nada que ver con la tecnología, sino con lo humano.
He conocido muchísimos casos exitosos de personas que se han enamorado profundamente de alguien, que han formado pareja, matrimonio y familia. Quizás, en ocasiones, el fracaso venga a la relación, pero ello tampoco dependerá, generalmente, de la forma en la que se conocieron, sino de otros motivos ligados a lo afectivo y a lo mental. Los fracasos en las relaciones llegan con o sin aplicaciones, con o sin tecnología, y el ser humano habrá de buscar la fuerza para sobreponerse.
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